martes, 24 de marzo de 2020

EL AMOR, ANTÍDOTO AL SUFRIMIENTO, DOLOR Y ENFERMEDAD


La psiquiatra Marian Rojas ha ofrecido una entrevista al diario La Opinión en la que nos ofrece unas claves para ser felices y para lograr una vida plena. 

Desconectar el teléfono móvil para escapar de los estímulos que nos alteran es el principal consejo a los pacientes que se caen en su diván, incapaces de gestionar sus emociones en plena huida sin éxito del dolor y el sufrimiento que provoca el vacío de sus vidas. Ese desasosiego perjudica gravemente al organismo, hasta el punto de que la toxicidad del odio puede llegar a alterar nuestros genes. «Perdonar es ir al pasado y volver sano y salvo». Acaba de lanzar "Cómo hacer que te pasen cosas buenas" (Espasa) para ayudar a la gente a encontrar la felicidad superando las heridas del pasado y mirando con ilusión al futuro. 

¿Consiste la felicidad únicamente en que nos pasen cosas buenas?

Ese es un pilar para ser feliz o por lo menos para conseguir que lo que te suceda lo interpretes como algo positivo. La vida tiene un gran componente de sufrimiento y de momentos de dolor que son unos ingredientes más de la vida misma. Es un drama dedicar nuestro tiempo a huir del dolor y del sufrimiento.

¿Cómo hay que gestionar el estrés para mejorar nuestro bienestar?

Conociéndose a uno mismo para saber cómo reacciona el cuerpo y la mente ante el estrés. Cuando uno sabe lo que le pasa puede enfrentarse a ello y gestionarlo mejor, porque uno conoce su forma de ser y localiza sus principales focos de estrés.

¿Qué es más importante: controlar la mente o controlar las emociones?

Casi todas las emociones vienen precedidas de un pensamiento. La emoción genera después un impacto en el organismo. A veces no somos capaces de gestionar la emoción, pero podemos educar los pensamientos para capear esas emociones.

Dígame cómo se educa el pensamiento.

Todos tenemos una voz interior comentadora que nos va narrando la jugada: has engordado, tu jefe no te hace caso, esta ciudad es un horror, etc. Cada uno de esos pensamientos genera una emoción y, por lo tanto, un impacto en el organismo. Muchas veces, ante esos pensamientos, nos autoboicoteamos y ponemos a nuestro organismo en modo alerta.

¿Qué hacer entonces?

Educar al pensamiento para que no sea negativo y hablarle de tú a tú.

Déme alguna técnica para no sentirme desbordada por mis emociones.

Desconecte el teléfono. El teléfono es una fuente constante de estímulos que nos alteran porque generan vacío, nos tienen en tensión ante compromisos por contestar y además nos hace creer que todo el mundo es más feliz que tú y más guapo en las redes sociales.

¿Cómo puedo, en definitiva, mejorar mi vida personal, familiar y laboral?

El que se conoce a sí mismo y sabe gestionarse con cierto equilibrio interior mejora a nivel de pareja, profesional, familiar y social. El que vive esclavo de las emociones está perdido, vacío y sin rumbo.

¿Por qué somatizamos nuestros sentimientos?

Las emociones impactan directamente en nuestro organismo y el que se traga sus emociones acaba ahogándose.

¿Qué hay en el fondo de nuestra mente?

La ilusión de ser felices, hallar un estado de plenitud y la necesidad de ser amados.

¿Cómo surgen el optimismo y el pesimismo?

Es la misma forma de ver la realidad pero con diferentes gafas. El pesimista puede nacer o hacerse y el optimismo se puede aprender porque nunca es tarde para reeducar el cerebro.

¿Es lo mismo la felicidad que el bienestar?

No. Un gran amigo mío dice que el bienestar es una sensación física y psicológica que colma los sentidos y la felicidad es el corazón.

¿Qué papel juega el amor en nuestras vidas?

Todo. Es el antídoto al sufrimiento, al dolor y a la enfermedad. Hoy en día todo es de usar y tirar, hasta el amor que parece que requiere de la aprobación inmediata a través de un clic, cuando es todo lo contrario y necesita esfuerzo, constancia, trabajo, delicadeza y paciencia. Hemos cambiado nuestro cerebro y queremos satisfacción instantánea a base de un clic.

¿Por qué el odio es tan determinante en nuestras relaciones sociales?

Tendemos a aliviar nuestra situación viendo lo negativo de los demás. El odio es otro pensamiento tóxico, como el resentimiento, que nos inunda. El odio y el resentimiento son tan tóxicos para el organismo que provocan todo tipo de enfermedades, hasta el punto que alteran nuestros genes.

¿Hay modo de combatirlo?

Sí. Queriendo a la gente e ilusionándose por la vida. Rodeándose de personas-vitamina y aprendiendo a perdonar. Un corazón resentido no puede ser feliz. Perdonar es ir al pasado y volver sano y salvo.

sábado, 21 de marzo de 2020

EXCESO DE TITULACIONES UNIVERSITARIAS EN ESPAÑA


Hace unos días leía esta noticia sobre el exceso de grados que hay en las universidades españolas y que muchos de ellos no tienen sentido ni responden a una demanda real, teniendo en cuenta el mundo cambiante en que vivimos.

Esto nos hace plantearnos por ejemplo, ¿qué herramientas ofrecemos a los jóvenes de hoy que les capaciten profesionalmente y les ayuden a encontrar empleo? Se ofrece un gran abanico de grados y máster que conllevan un desembolso por parte del estudiante y su familia (ya que los padres deben hacer en muchos casos un gran esfuerzo) pero que desarrollarse como personas en la sociedad a través de una actividad profesional no está tan claro que lo puedan conseguir.

Por ello se hace tan necesario discernir la vocación en los jóvenes, para que den pasos firmes en sus opciones, aconsejados por personas que les conozcan y sepan dónde pretenden acceder, para poder hablarles de esos estudios y carreras profesionales. El apoyo de los padres es fundamental en esta tarea; no es fácil para unos jóvenes de 18 años la decisión de un rumbo en la vida. Necesitan saber que sus padres les apoyan y estarán ahí tomen la decisión que tomen, incluso si se equivocan y deben rectificar después. De esta manera, no solo darán esos pasos con firmeza sino que aprenderán el valor de la escucha, la paciencia, la empatía, la responsabilidad y la libertad a la hora de tomar decisiones.

domingo, 8 de marzo de 2020

EN UN DÍA COMO HOY

Hoy es 8 de marzo y parece que estamos de celebración aunque esto me recuerda que los días internacionales solo celebran cuestiones como el hambre o enfermedades. En la zona geográfica en la que vivo es un día como cualquier otro; hay algunas personas de huelga pero no es algo generalizado. 


Ayer tuve ocasión de constatar con gran alegría como la mayoría de los jóvenes nos ven a hombres y mujeres iguales; por ejemplo, en las profesiones, opinaban que mujeres y hombres pueden hacer las mismas cosas. Una diferencia puede estar en la fuerza física, aunque hay excepciones. Todos conocemos mujeres que tienen incluso más fuerza que un hombre, entonces escoger una profesión viene dado por los gustos personales más que por distintas capacidades. Fue una puesta en común de opiniones que me hizo pensar en cómo afortunadamente la mentalidad de la población en España está cambiando.

Lo que me preocupa de este día de la mujer es la colonización ideológica que desde algunos sectores se intenta imponer. Se hace ver que feminismo e igualdad son lo mismo y se manipula precisamente a las conciencias jóvenes para que apoyen unos manifiestos que tienen que ver más con lo político y lo extremista más que con lo social y la tolerancia.

Sin duda se debe apoyar lo que hace evolucionar a una sociedad. Pero lo que nos hace evolucionar es el respeto hacia todos, la responsabilidad de cada uno bien ejercida y el fomento de valores humanos desde todos los sectores. En definitiva, todo aquello que nos hace más humanos. 

martes, 3 de marzo de 2020

LAS ADICCIONES EN LA SOCIEDAD ACTUAL


El adicto es una persona que sufre una atracción compulsiva, generalmente por algo malo. ¿ Por qué en la sociedad actual existen tantos adictos? Es verdad que en la sociedad que nos toca vivir hay muchos pero, en la sociedad del siglo pasado, existía un buen número a los que se les daba el nombre de viciosos. El vicio es la costumbre o hábito irresistible de hacer algo malo. Lo opuesto del vicio es la virtud, es decir, el hábito de hacer el bien.

Las adicciones más conocidas son: la drogadicción, el alcoholismo, el tabaquismo, la lujuria, la avaricia, la ira, la violencia y la gula. Son las mismas adicciones aunque algunas no estaban tan difundidas.

La realidad de la sociedad de este siglo se caracteriza por la existencia de muchos adictos. El mal entra en las casas de ricos y pobres, no hay distinción de sexo, no respeta a jóvenes, adultos o niños. Nadie puede tener la seguridad de que un pariente, hijo o hermano no caiga en una adicción.

La falta de una escala de valores es motivo de que una adicción encuentre donde anidar. Esto se agrava cuando el probable adicto carece de vínculos y afectos, especialmente en la familia. Si la familia es como si no existiera, el padre y la madre no se preocupan por su hijo, no hablan con él, no se comportan como padres y él no confía en ellos. 

Algunas adicciones hacen que el adicto concurra a ambientes en donde se va a encontrar con otros adictos con los que va a adquirir otras adicciones, si no las tiene, como el cigarrillo, el alcohol y la droga. La búsqueda de dinero para drogarse los podría llevar a la prostitución, al robo, y a ser utilizados para distribuir drogas.

No es fácil salir de la adicción

No es fácil salir de la adicción y cuando el adicto reconoce que ha obrado mal, inútilmente jura que esa será la última vez. Cuando quiera salir de esa vida enloquecida le será sumamente difícil y no podrá abandonarla. No comprendió que ha perdido su libertad y es esclavo de sus vicios porque: "La libertad de hacer lo que se quiere, termina en la esclavitud de hacer lo que no se quiere". Hay adicciones, por ejemplo, a las drogas, que no pueden ser superadas por el adicto librado a sus propias fuerzas. Él necesitará establecer un vínculo afectivo, que le demuestre confianza y que le de la seguridad de que es posible dar el primer paso para salir de esa adicción. De ahí la conveniencia de asistir a algún grupo de autoayuda, porque allí encontrará que hay otras personas que tratan de recuperarse.

Importancia de la familia

Es de capital importancia que sus familiares comprendan, con cariño y afecto, que puede salir. Es fundamental que tenga una escala de valores trascendente que le de sentido a su vida, le permita comprender el por qué de su pasado y la razón final de su existencia. La fe religiosa le ayudará a buscar el porqué de sí mismo y la razón de su existencia.

Todos los problemas están relacionados entre sí. Las estadísticas sobre delincuencia en todos los países, nos indican que aumentan los delincuentes menores de edad, y es común pensar que los niños y los jóvenes carecen de escala de valores. Por otra parte vemos que el matrimonio tiene menos vigencia y en la mayoría de los chicos, sus padres, casados o no, no viven juntos. Por ese motivo debemos ocuparnos de la escala de valores y apoyar medidas para que el matrimonio sea estable.

Solución de los problemas

La solución de los problemas sociales demanda cambios en las mentes y en las costumbres. Debemos darnos cuenta de la relación existente entre los valores que se degradan y las personas que cada día son más esclavas de algún tipo de adicción, incluso con los móviles, la comida o el trabajo. Por esto se hace cada vez más necesaria una educación en valores que asegure la intención de realizar el bien, especialmente para uno mismo y como consecuencia, para la sociedad.