martes, 19 de enero de 2021

"NO COMPENSA EL ESFUERZO"



Según una información aparecida en el periódico "El Mundo", el número de matriculados en carreras de ciencia y tecnología ha caído un 30% desde el año 2000 lo que apunta a que en años venideros estos perfiles tecnológicos se quedarán sin cubrir en nuestro país. Mientras que en Europa ganan peso la ingeniería y arquitectura, en España lo hacen las artes y humanidades. El presidente de la Conferencia de Rectores, José Carlos Gómez, ha asegurado que "sin suficientes ingenieros, matemáticos, físicos o químicos nos quedaremos fuera de la Revolución 4.0, como ya nos ocurrió en otras épocas de nuestra historia, y seremos tecnológicamente dependientes".

Aparentemente la causa se encuentra en que se pide un esfuerzo a los alumnos que no se ve compensado posteriormente cuando desarrollan su vida laboral; los jóvenes actualmente valoran el esfuerzo de forma diferente a generaciones anteriores, con lo que si no cuentan con la motivación de un mayor salario en un futuro, prefieren cursar otros estudios. 

A menudo se olvida que las metas que nos trazamos en la vida requieren que demos lo mejor de nosotros mismos: dar nuestro tiempo, dejar a un lado aficiones, sufrir muchas contrariedades e incluso hacer cambios a nuestro alrededor que nos permitan y faciliten la consecución de nuestras metas.

Valorar el esfuerzo forma parte del crecimiento y desarrollo de la persona; de hecho, nuestro cerebro se desarrolla mediante el esfuerzo. El problema se encuentra en que la sociedad no valora a quien más se esfuerza, sino a quien es elegido, bien por la maquinaria mediática o por algunos grupos de poder para que, temporalmente, sirva a sus intereses, o simplemente a quien tiene suerte.

Consideremos que todo esfuerzo conlleva un aprendizaje y que valorar el propio esfuerzo nos enseña a no depender de opiniones ajenas y a cultivar nuestra autoestima de una manera sana que nos permite sacar adelante nuestros proyectos.

Maravillas Moya Cabrera